Las alfombras, aportan calidez a nuestras habitaciones y las hacen mucho más acogedoras, sobre todo, si son mullidas. Además, nos permiten romper con la monotonía de la estética escogida y dar un toque más colorido al entorno. Las hay más sobrias, más coloridas, con estampados o incluso de pelo. Aquí os presentamos una completa guía para escoger la alfombra que más se adapte a ti y a tu estancia y a la temperatura de hogar o la estación en la que te encuentres.
Forma, tamaño y color
Es importante que la alfombra siga la estética predominante dentro de la habitación, de esta manera te permitirá crear contrastes o potenciar ciertos aspectos de la estancia. Los tonos claros, aportarán luz y crearan una sensación de que el espacio es mucho mayor, mientras que los tonos oscuros provocarán todo lo contrario, aunque nos sumarán calidez. En cuanto a estampados, lo ideal son los diseños sencillos que inviten a la armonía.
Los materiales más idóneos son los orgánicos, como la lana o las fibras vegetales. Destacan por su belleza las de bambú, yute, sisal, cáñamo y también las de algodón, muy prácticas, alegres y frescas para el verano.
Cuanto más frondosas y gorditas son las alfombras, mayor sensación de comodidad y bienestar aportan y más acogedora se verá tu habitación.
Si bien la estética es importante, más lo es el tamaño de la alfombra. Antes de comprarla, es necesario medir bien el espacio del que disponemos para que esta no quede muy justa ni muy pequeña en relación al cuarto. La forma que escojamos determinará la sensación que proyectamos. Las alfombras cuadradas, según el feng shui, apelan a la estabilidad; las redondas a la paz; y las rectangulares se relacionan más con la intelectualidad.
¿Dónde las ubico?
Lo primero que has de pensar es si quieres que la alfombra se integre con la decoración o destaque sobre el resto del mobiliario. Si optamos por lo primero, una buena opción es tapizar el sillón con el mismo estampado que la alfombra. Si por el contrario, pretendes que la alfombra sea un foco de atención, las formas redondas están de moda y aportan un look rompedor.
Otra forma de decorar con ellas y saber qué ubicación darles es utilizarlas para dividir espacios. Basta con poner una alfombra en cada parte de la estancia para que quede clara la división. Además, si quieres dar más importancia a un lado que a otro, coloca la alfombra más grande en el que quieres destacar.
A la hora de decorar con estos detalles, hay que comprender que la alfombra no se trata de un elemento que solo pueda ubicarse en el salón o los dormitorios. La cocina, e incluso el baño, también son aptos para ellas, lo único que hay que tener en cuenta es qué material se adapta más a cada estancia. En las cocinas, son más comunes las vinílicas que combinan calidad y diseño, a través de distintos estampados, pero su punto más destacado es que son muy resistentes y fáciles de limpiar, perfectas para un lugar tan transitado. Para el cuarto de baño, los colores oscuros disimularán más la suciedad que se pueda acumular.
Los dormitorios y el hall son los lugares más comunes donde encontrar estos accesorios decorativos. El tamaño del que se disponga permitirá escoger un tipo u otro, más grande o más pequeño. El factor común será un estilo que invite a la calma y la relajación para los dormitorios, y uno más acogedor para el recibidor.
Errores en la decoración con alfombras
Muchas veces nos creemos conocedores de la verdad absoluta o imitamos tendencias por costumbre o repetición, aunque no sean las más indicadas. En el caso de la decoración con alfombras, tendemos a repetir una y otra vez los mismos errores:
- No centrar la alfombra: No podemos ubicar la alfombra donde más nos plazca, esta tiene que tener un sentido dentro de la habitación. Los expertos en decoración recomiendan centrarlas respecto a otro elemento. Por ejemplo, la mesa o la puerta de entrada.
- Demasiado grande: Como siempre a la hora de decorar, es importante conocer las medidas del espacio del que disponemos para no encontrarnos con un mueble, o en este caso una alfombra, demasiado grande. Esto se debe, en la mayoría de los casos, a que nos dejamos llevar por la apariencia y por cómo se ve en la tienda, sin parar nos a pensar en nuestro hogar y nuestros muebles. Además, los colores también pueden jugarnos una mala pasada, recuerda que los colores oscuros crean una percepción de tamaño mucho menor que la real.
- Demasiado pequeña: Tampoco es cuestión de dejarnos llevar por el miedo a pasarnos y quedarnos cortos. Lo ideal, por ejemplo, en el salón será que la alfombra ocupe toda la superficie de la mesa y las sillas, sin que estas se sitúen en el borde.
- No escoger bien los materiales en función del espacio: En el dormitorio es preferible utilizar fibras naturales, como el algodón, el yute o la lana, al igual que en el salón. En la cocina y el baño, se necesitan materiales más resistentes y fáciles de limpiar, ya que son zonas más sufridas, por lo que las vinílicas son una gran elección.
- No usarlas en el exterior: Muchas veces nos olvidamos de decorar el exterior o nos privamos de hacerlo por miedo a que se estropeen los muebles y accesorios. Se pueden utilizar materiales especiales para este tipo de espacios o modelos de algodón, que son más fáciles de mantener. De este modo, no se renuncia a una solución muy decorativa como son las alfombras en el exterior.
- Alfombras en las paredes: Siguiendo las líneas del Feng Shui, las alfombras nunca han de estar colgadas en la pared, ya que puede ocasionar un aumento de energía negativa en el hogar, sobre todo si ya la han pisado muchas veces.
Así que ya sabes. no siempre es fácil decorar con alfombras, pero las alfombras siempre son un elemento a tener en cuenta para decorar tu hogar. Si buscas consejos profesionales, el mejor servicio, la mejor atención, y siempre al mejor precio…